viernes, 16 de marzo de 2012

Quizá sea la clave para ser realmente libres

Nos miramos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. 
Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil: Lo hubiéramos echo de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loca, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que haya colgado compruebas que lo haya echo de verdad, entonces estás perdida. O mejor dicho, estás enamorada, lo que, en realidad, viene a ser lo mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario